lunes, 11 de abril de 2016

Crítica de Star Wars Episodio VII El Despertar de la Fuerza (Star Wars Episode VII The Force Awakens, 2015)

Parece increíble que fuese hace 30 años cuando conociéramos al joven que nos enseñó los caminos de la fuerza, y también que fuese hace más de 10 años en Mayo de 2005, cuando por fin vimos lo que en aquel momento creíamos que era el final de la historia, La Venganza de los Sith.

¿Se había cerrado el círculo? Eso creíamos, hasta que Disney tomó las riendas de Lucas Films y decidió crear una nueva trilogía, basada en una de las ideas originales de su creador George Lucas, una nueva serie de aventuras situadas décadas después de que Luke y sus amigos derrotaran al Emperador.

Viejos conocidos regresan, nuevos aliados surgen. Una nueva amenaza se cierne sobre la galaxia. Una nueva historia comienza. Pero, ¿está el Despertar de la Fuerza a la altura de la saga? Para comprobarlo, veámoslo. 

Es hora de volver a una galaxia muy, muy lejana.


Star Wars Episodio VII El Despertar de la Fuerza se sitúa 30 años después de la destrucción de la segunda estrella de la muerte y de que la alianza rebelde derrotara al malvado imperio. Ahora nos encontramos en esa misma galaxia, pero las cosas han cambiado mucho, no así como los problemas del bien y del mal al que tan acostumbrados estamos. En esta película nos encontramos en una galaxia donde todo lo que conocemos ya no existe, donde los protagonistas a los que tanto queríamos son considerados leyenda, y donde los objetos que nos maravillaban, desde el Halcón Milenario hasta la espada láser de Anakin o el casco del mismísimo Vader, mera chatarra y pura fantasía. Caminamos en medio de restos de las batallas pasadas y nos movemos entre mitos y leyendas.

De las cenizas del imperio galáctico, surgió la Nueva Orden, que busca de nuevo instaurar el control y dominio como lo hicieron sus predecesores, con el nuevo lord Sith Kylon Ren a la cabeza. Ante tal amenaza se enfrenta la resistencia, comandada por Leia Organa (Skywalker), respaldados por la Nueva República. Sin embargo, ambos tienen un mismo objetivo: derrotar a su enemigo y encontrar antes que el contrario a Luke Skywalker, el último jedi con vida, la última esperanza para la galaxia, así como el único obstáculo para la Nueva Orden.

En medio de todo este caos, se encuentra Rey, una joven solitaria e independiente con un pasado oculto que ejerce de chatarrera consiguiendo objetos de valor entre los restos de las batallas imperiales para poder venderlos al mejor postor y sobrevivir en el desértico planeta Jakku. También conocemos a Finn, un soldado imperial que huye de sus orígenes, horrorizado por los actos atroces de sus hermanos, y BB-8, una unidad robótica androide que tiene la última pieza del puzzle que podrá cambiar el destino de la galaxia. Cuando éste último acaba por accidente en el planeta de Rey y los 3 acaban cruzando sus caminos y perseguidos por la Nueva Orden, empieza la cuenta atrás para llevar a BB-8 a la base de la resistencia en un intento por cambiar las tornas de la guerra, mientras conocen a antiguas leyendas de la galaxia como Han Solo. ¿Lograrán conseguir su objetivo?


Con esta sinopsis de fondo, arranca la secuela de una de las trilogías más importantes de la historia del cine, en un viaje por los restos de una galaxia que ya no conocemos y donde nos emocionamos cada vez que una antigua nave nos resulta familiar o cuando los protagonistas encuentran reliquias antiguas que nosotros conocemos como la palma de nuestra mano. Constantemente tanto la trama, como la ambientación y los personajes juegan con nuestra nostalgia, y con la magia del misterio que rodea a todo lo que ha pasado durante esos 30 años que no hemos vuelto a esta galaxia. La narrativa, al igual que la trilogía original, juega al despiste y a recoger información a través de las acciones y los diálogos de los personajes, lo que nos ayuda a ir encajando las piezas del puzzle que nos explican poco a poco el pasado de los protagonistas y de los villanos.

A nivel de lenguaje estético y cinematográfico, se respira puro Star Wars, con unos planos, escenarios, decorados y vestuario que lucen espectaculares y que son dignos de llevar el sello de la saga de George Lucas, pues respeta hasta el más mínimo detalle la recreación de dicho universo. De hecho la película en si se puede considerar una carta de amor a los fans por la inmensidad de guiños a la trilogía original que encontraremos en la cinta, desde los planos en Jakku que nos harán recordar los preciosos atardeceres de Tatooine con Luke hasta prácticamente tener que saltar de alegría cuando Han Solo aparece en pantalla junto a su fiel amigo Chewie como si volviéramos a ver a un viejo amigo al que no hemos visto en muchos años. Difícil no sonreír de oreja a oreja y conteniendo las lágrimas al final de la película cuando por fin nos reunimos con Luke mientras éste nos devuelve la mirada y suena el tema principal compuesto por John Williams. 


En este apartado no se le puede criticar prácticamente nada, ya que a niveles de vestuario y efectos especiales han hecho los deberes, con unas recreaciones de batallas espaciales y duelos de sables láser impactantes y espectaculares a la vez que realistas (aunque no tan abundantes como en las precuelas), sin abusar de las CGI de forma alarmante y mezclando adecuadamente el vestuario de los personajes con los efectos por ordenador, incluso recordando a la estética de la película original de 1977. Lo único que puede chillar un poco es lo poco que se han arriesgado a innovar tanto a nivel ambiental, estético o como de diseño de vestuario, siendo casi idénticos a los que vimos en Una Nueva Esperanza (Jakku por ejemplo es claramente una referencia a Tatooine, no menciono más ejemplos para no hacer spoilers). También hay que destacar los trajes de los soldados de asalto, que si bien mantienen la base de los soldados clon e imperiales que hemos visto, son demasiado limpios, hasta el punto de que llaman la atención por parecer de plástico o juguetes, no una armadura de verdad, lo que puede sacarte un poco de contexto, así mismo como al principio puede que el diseño de pelota de fútbol andante de BB-8 no te convenza, pero le acabas cogiendo cariño y ves que funciona.

En banda sonora no desentona tampoco con el resto de la franquicia, pero sí que es cierto que se echa en falta algo de la magia de John Williams, puesto que realmente no destaca salvo en los momentos en que se reutilizan los temas principales de las películas, como el tema de Luke.

A nivel de narrativa, la película cumple bien su trabajo, relatando de forma interesante y sin perder el ritmo de la historia que cada vez va a más, siendo fiel a la película original, contándonos todos los acontecimientos del pasado a través de los actos del presente e incluso guiándonos hacia los posibles acontecimientos que puedan ocurrir, aunque lógicamente deja muchos cabos sueltos para la siguiente entrega. También hay lugar para numerosos momentos cómicos típicos de la historia y abundantes y numerosas referencias a las películas, en especial la primera.


Y es aquí donde realmente se tiene que destacar la estructura del guión y el desarrollo de la historia, que aunque se agradecen los numerosos recuerdos de las películas antiguas, estamos aquí para ver un nuevo capítulo, un nuevo relato. Pero desgraciadamente la película no hace sino contarnos exactamente la misma historia de hace casi 40 años, con exactamente la misma estructura, los personajes ejerciendo los mismos papeles y los desarrollos del argumento acabando exactamente igual: una lucha del bien y del mal donde un miembro de la resistencia manda un mensaje importante en una unidad droide que acaba en un lugar desértico y rescatado por un desconocido ajeno a la guerra que se está librando, y que junto a un amigo y mercenario, escaparán en una nave para llevarlo a la base, para finalmente descubrir el punto débil de un arma increíblemente poderosa y destruírla. Es tal el exceso de guiños, referencias y parecidos, que muchas veces te dará la sensación de estar viendo un remake del episodio IV, y no una secuela como lo que se supone que es. Se centraron tanto en complacer a los fans que olvidaron en crear su propia leyenda, y decidieron antes repetir el ciclo que George Lucas creó. Las precuelas puede que no tuviesen un ritmo igual a ésta o a la trilogía original, pero conseguían crear su propio y coherente relato dentro del universo de la guerra de las galaxias.

Los nuevos personajes resultan muy interesantes, en especial Rey, que rebosa de fuerza y carisma para el papel de protagonista aunque a veces su evolución se ve un poco descompensada y desproporcionada (sus poderes de la fuerza aparecen de la nada y sin embargo ya es más hábil y fuerte que el propio villano que se supone es un nuevo sith). Finn por su parte, quien tenía todas las pintas de ser uno de los puntos flojos de la historia, resulta mucho mejor de lo esperado y acabas empatizando con él a menudo y pudiendo apreciar de forma notable la evolución de ambos. Los nuevos protagonistas nos ayudan a conocer mejor los mundos por el que la cámara nos lleva y coinciden con nosotros en los momentos en que queremos estallar de emoción, ya sea porque acaban de sobrevivir a una batalla espectacular o porque acaban de conocer a una leyenda de los jedi, como si ellos tomaran nuestro propio papel dentro de la historia y fuésemos nosotros quienes emprendiesen el viaje. Pero es obvio que en esta primera entrega quien más luce e incluso en muchos momentos llega a robarles el puesto a los nuevos aventureros es Harrison Ford haciendo de Han Solo, quien interpreta al contrabandista como si de su propia personalidad se tratara. Es como si nuestro querido granuja no hubiera envejecido, y lo mismo se puede decir de Leia Organa, emocionándonos con el reencuentro que princesa y sin vergüenza viven.


Respecto al villano, nos encontramos con haces de luz y de oscuridad: por una parte el nuevo lord sith no se limita a ser una copia de Darth Vader, no nos encontramos con un comandante del mal experimentado y duro como el acero, más bien nos encontramos a un joven aprendiz que se fuerza a sí mismo a seguir un camino que él ha elegido, y a demostrar su fuerza y ocultar su miedo a través de actos de pura ira y rabia, como destruir a mamporros con su sable láser lo primero que encuentra cuando se frustra. Es un villano que evoluciona de forma distinta, no es un camino de redención como el de Anakin (a quien por cierto intentaron imitar con su peinado, puesto que se remarca que tiene mucho de él en su personalidad) sino un camino de caída al lado oscuro en el que aún no controla ni su poder ni sus emociones y que lucha por aplacar para conseguir sus metas. En ese aspecto, el personaje, si se trata como debe en futuras entregas y se evoluciona de la forma correcta, puede dar mucho de sí.


Pero por otra parte, no es el villano que más sorprenda de la saga de Star Wars, y es que tras villanos tan carismáticos o llamativos como Darth Maul, Grievous, Sidious y demás, Kylo Ren no consigue transmitir la misma impresión que causaban sus “ancestros”, y ya ni que decir que no le llega a su “mentor” Vader a la suela del zapato, ya sea en personalidad, impresionabilidad, carisma, diálogos y poder. Pero lo cierto es que tampoco podemos atacar mucho por esta parte, puesto que ésta es solo la primera parte de la historia en la que se nos presenta y porque lógicamente, el carisma de Vader es casi imposible de alcanzar, más todavía al primer intento. A todo esto añadirle que lo poco que consigue impresionar con la máscara, éste se desvanece en el momento en que le vemos el rostro, nada impresionable ni que pegue con el personaje. No consigue destacar o quedarse grabado en la mente como sí lograron todos los villanos anteriores, ni tampoco causa ese temor y recelo que provocaba el antiguo Lord Sith entre sus tropas, más bien todo lo contrario: los soldados y comandantes le tratan como la última mona.

Por tanto, tras todo esto: ¿merece la pena ver El Despertar de la Fuerza? La respuesta es sin duda sí, El Despertar de la Fuerza incluye todo aquello que un fan de Star Wars espera ver en la gran pantalla, fiel hasta la médula de las obras originales y con unos protagonistas que te llevarán de la mano para volver a ver a tus viejos amigos de la rebelión de vuelta a la aventura. Sin embargo, no os esperéis mucha innovación o una historia impactante, ya que el argumento es excesivamente predecible, con una sensación muy fuerte de dejavú respecto a la primera película y con unos personajes obviamente bastante menos impactantes y carismáticos que Han, Vader y compañía.


La fuerza nos está llamando, dejémosla entrar.

7.0.: Perfecto homenaje a la película de Star Wars, mala secuela. Una carta de amor a los fans que encandilará a cualquiera que disfrutara de las películas originales y de Han Solo, pero la falta de creatividad y un argumento predecible le pasa mucha factura para ser una buena secuela del relato de los Skywalker. La nostalgia es la única magia que desprende esta película.

+ A nivel estético, gráfico, de vestuario, lenguaje cinematográfico y ambiental… Esta película respira aire de Star Wars por los cuatro costados.

+ El papelazo de Harrison Ford de nuevo como Han Solo y la interesante protagonista Rey.

+ Efectos geniales efectos especiales que, sin abusar ni desentonar, consiguen sorprender.

+ Las numerosas referencias a la trilogía original.

+ Nuevos personajes interesantes que pueden dar mucho de sí en próximas entregas.




-        Falta total y absoluta de creatividad en el guión. Parece más un remake de Star Wars Episodio IV Una Nueva Esperanza que una secuela de El Retorno del Jedi.

-        La falta de carisma en muchos personajes, más todavía si a éstos se les comparan con los del resto de la saga.

-        El actor del villano no pega ni con cola. El peor villano de la franquicia con diferencia.

-        La película menos original e innovadora de la trilogía. Aunque cumple en fidelidad al universo de la saga galáctica, no aporta su grano de arena como sí lo hicieron en su día todas las películas, precuelas incluídas. 

Para los que querais comprarla, en todas las tiendas está a un precio recomendado de 19 € en DVD, 25 en Blu Ray, y 32 en edición especial metálica Blu Ray.

Aquí el tráiler de la película:






TRANSLATION INTO ENGLISH

It is amazing to realize that 30 years had passed already since we had met the young boy who taught us the ways of the Force, and it is also surprising that more than 10 years had passed too since the moment we thought we had seen the end of the story (or more like the beginning) with Episode III – Revenge of the Sith.

Hadn’t the cycle been completely already? That’s what we thought, until Disney took over Lucas Films and decided to create a new trilogy based on George Lucas’ original ideas, a new series created decades after Luke and his friends defeated the Emperor.

Old friends return, new allies appear. A new threat spreads over the galaxy, and a new story begins. But, is The Force Awakens what we expect from the Star Wars franchise? Let’s check it out.

It is time to return to that galaxy, far, far away…


Star Wars Episode VII The Force Awakens takes place 30 years after the destruction of the second Death Star and the Rebels had defeated the Empire. Now we find ourselves in the same galaxy, but many things had changed, unlike the constant battle of light against darkness that we are so used to. In this movie we find ourselves in a world where everything we once knew does not exist anymore, where the main characters we loved for so long are considered legend, and where the objects that we thought were common but amazing once, from the Millennium Falcon to legendary Anakin’s lightsaber or Darth Vader’s helmet, just mere junk and pure fantasy. We walk between the dust of past battles and we move along legends and myths.

From the ashes of the Galactic Empire, rose the New Order, which search for control and the dictatorship like its predecessors did, with the new sith Kylo Ren leading them. The resistance battles against this threat, leaded by Leia Organa (Skywalker), and backed up by the New Republic. However, both sides have the same mission: to defeat their enemy and find Luke Skywalker, the last jedi alive, last hope for the galaxy, and the last obstacle for the New Order.

In the middle of this war, we find Rey, a young independent girl with a hidden past that works at a yunk yard getting important items from the trash that was left from the Imperial battles, in order to sell them and survive to the desert planet of Jakku. We also meet Finn, an Imperial soldier that runs away from his origins, horrified by the terrible things his brothers had done, and BB-8, a robotic android that keeps the last piece of the puzzle that could change the fate of the galaxy. But when this last one ends by accident on Rey’s planet and the 3 of them cross their paths as they are hunted by the New Order, a race against time starts to take BB-8 to the resistance base in a try to change the war, as they meet ancient legends like Han Solo. Will they be able to fulfill their destiny?

 

With this storyline, starts the sequel to one of the most important trilogies of all cinema history, in a journey through the ashes of a galaxy we don’t know anymore and that we get excited when we find a new ancient relic that’s so familiar to us like if it was one of our hands. The script, the atmosphere and the characters play with our nostalgia constantly and the magic of mystery that surrounds everything that took place during the 30 years we left this galaxy. The narrative, like the original trilogy, plays with cluelessness and to recollect information through the actions and dialogues from the characters, which helps us to complete the puzzle of the story with every single piece they drop in order to understand the background from the characters and their past.

In cinematographic and visual terms, we breathe pure Star Wars with camera shots, scenarios, backgrounds and dressing that look so spectacular that are worthy of being under George Lucas’ franchise’s sell, since they respect the tiniest details and recreation of the universe we find immerse into. In fact, the film could be considered like a love letter sent to Star Wars fans because of the uncountable references to the original trilogy that we will find in the movie, from the camera shots in Jakku, that will make us remember Luke’s shots in Tatooine to practically jump out of joy when Han Solo appears in the screen with his beloved friend Chewie, like if we were coming back to meet an old friend that we hadn’t been with in years. It’s hard not to grin from ear to ear holding back tears when we reach the end of the film and we finally get to meet Luke as he looks back at us waiting as John William’s main theme plays.

 

We practically can’t complain about anything at this level, since the dress design and special effects had been done perfectly, with amazing battle spaceships recreations and impacting light saber fights and realistic (not a big amount of them as we were used in the prequels). The CGI isn’t used so many times and mixing perfectly the real characters with the computer effects, so the film itself clearly a visual reference to the original film from 1977. The only thing that can call the alert is the lack of creativity in terms of planets and backgrounds and dress design since they look almost identical to the ones seen in A New Hope (Jakku for example is a clear reference, if not copy of Tatooine, and like that a lot more). We have to mention the new storm troopers’ armor because, even if they keep the base of the original ones, they look cleaner than usual, to the point of making it look like if it was pure plastic and make them look like toys instead of real armors, getting you out of context. You can also feel a little bit uncomfortable with BB-8’s football design, but you get used to it pretty easy once you see it works.

The soundtrack is at the same level of regular Star Wars music, but we can’t help but to miss some magic that John Williams gets us used to, since it doesn’t shine as much as it usually did in the rest of the movies, except when Luke’s theme plays on the screen.

In level of storytelling, the film does well its job, showing us the interesting events that take place without losing rhythm of action, which increases more and more, being loyal to the original film, telling us events from the past through the present’s actions and even guiding us through the scenes that might take place in the future, of course leaving questions in the air for the rest of the trilogy. There’s place for lots of funny and humor scenes as references to the first film too.


And this is where we really have to talk about the script structure and the story development because, even if it’s nice to see so many references to the original movies, we go to the theatre to watch a new chapter, a new story. Unfortunately, the movie does nothing but to tell us the exactly the same story that George Lucas did 40 years ago, with just the same structure, the same characters doing their same jobs and the story development ending just the same way: a fight between good and evil where a member of the resistance sends an important message into a robotic droid that ends up in a desert planet and rescued by an unknown person unknown to the war that’s taking place, that with a friend and a mercenary, they will escape in a ship to the base, only to discover the weak point of a huge and powerful weapon and destroy it. The excess of references will make you believe most of the movie that you are watching more like a remake of Episode IV than the sequel of the Return of the Jedi. They focused on pleasing the fans so much that they forgot to create their own legend and they rather decided to repeat the story George Lucas created. The prequels might not have the same rhythm The Force Awakens has or the main trilogy does, but at least they were original and created a logical tale that was perfectly attached to the Star Wars universe.

On the one hand, the new characters are very interesting, specially Rey, who has enough strength and carisma for the main roll even if her evolution seems a little disproportionate and out of place (her powers of the force come out of nowhere and yet she is already stronger than the main villain). Finn on the other hand, who looked like if he was going to be the worst and most unnecessary character of the film, ended up being much better than expected, and is a very enjoyable character and seems to develop in a better way. The new characters help us to learn more about the world that surrounds us and where the camera takes us to and their emotions are shared with our own in the moments were we want to jump out of joy after surviving an spectacular battle or because we just met a jedi legend, like if they took our own roll in the movies for us and we were the ones taking the journey across the galaxy. But it’s more than obvious that in this first film the one who shines the most and will steal the main characters’ place is Harrison Ford as Han Solo, who plays the mercenary like if it was his very own personality. It’s like if our beloved rascal hadn’t changed at all, same can be said about Leia Organa, melting our hearts when the princess and the scoundrel meet once again.


On the other hand, the villain has its faces of light and darkness: on the one hand the new sith lord isn’t just a copy of Darth Vader, we don’t find with an experimented villain cold and hard as ice, instead we find a young apprentice who is forcing himself to follow a path of darkness he has chosen, to show his strength and hide his fears through enraged actions, such as destroy the first thing that gets on his way with a lightsaber whenever he is mad. He is a villain that develops in a different way, it’s not a path of redemption like Anakin’s (who by the way they tried to imitate with his hair style, since it’s remembered constantly that he always looked a lot like his grandfather), but a path of downfall to the dark side where he doesn’t know to control his powers or feelings yet, and he has to fight to reach his goals. In that aspect, the character can develop into something very good in the next sequels if he is treated in the correct way.


On the other hand, he isn’t the most impressive villain we’ve seen in the Star Wars franchise, and after such charismatic villains like Darth Maul, Grievous, Sidious and more, Kylo Ren isn’t able to show the same impression that his “ancestors” managed to, not to mention he is far away from his “mentor” Darth Vader on everything (personality, charisma, impression, dialogues and power). But we have to be fair since this is just the beginning of the trilogy, we just met him, and Vader’s charisma, the Star Wars logo, is almost impossible to reach on the first try. We have to add that the little Kylo is able to impress to us with the mask, completely vanishes the moment we see his face, since his face doesn’t fit the character at all. He isn’t able to surprise us or make us feel threated, to shine like the other villains did, he is an easy forgettable character that not even his own troops respect.

Finally, after all of this: is Star Wars the Force Awakens a good film? Yes, no doubt, specially for a Star Wars fan, since it takes everything he needs to the big screen, loyal to the end to the original films with characters that will let you go to meet your beloved heroes from the past going back to the adventure. However, don’t expect a new story or a surprising tale since the storyline is too predictable with a strong dejavú feeling towards the original film and with main characters pretty lame compared to the originals such as Vader and company.


B- Perfect tribute to the original Star Wars film, bad sequel. A love letter to the fans that will enchant anyone who enjoyed the original films and Han Solo, but the lack of creativity and a predictable storyline makes it stay far away from being a good sequel for the Skywalker family. Nostalgic is the only thing this film is able to give.


Here's the final trailer:



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