Desde que terminara la trilogía
de El Señor de los Anillos con la obra maestra de El Retorno del Rey de Peter
Jackson allá por 2003, pocos videojuegos de la licencia de Tolkien han dado la
talla, salvo excepciones como la excelente saga de juegos de estrategia en
tiempo real La Batalla por la Tierra Media en PC en 2005 o el notable y
divertido La Conquista, el Battlefront de Pandemic Studios de 2007 ambientado
en la Guerra del anillo.
Desde aquellos últimos intentos,
no volvimos a ver otro triple A en dicho universo, hasta que Monolith Studios
cogió las riendas de la licencia para crear una nueva oportunidad de llevar las
aventuras de Tolkien a nuestras consolas, aprovechando el margen de tiempo que
hay entre El Hobbit y El Señor de los Anillos para poder explorar el lado más
oscuro de la Tierra Media: Mordor. Pero debido a que, salvo excepciones (Las
Dos Torres y El Retorno del Rey de EA para PS2), las adaptaciones de licencias
literarias no solían llegar a buen puerto, y acostumbrados a resultados de tan
mala calidad que solo piensan en aprovecharse del tirón de los estrenos, nadie
se esperaba un buen resultado de dicho proyecto, menos todavía cuando cuadraba
justo antes del estreno de El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos y ya de
antemano se le estaba acusando de plagio a Assassin’s Creed II debido a que,
según palabras del propio creador de animaciones de dicha obra, estaban usando
el mismo código de movimientos que el que habíamos visto con Ezio Auditore.
Cuan grata fue nuestra sorpresa
al descubrir que no era así: Sombras de Mordor resultó ser un título de alto
presupuesto con toda la calidad que conlleva, aprovechando la potencia de la
nueva generación. Sauron había regresado por la puerta grande.
La historia de La Tierra Media:
Sombras de Mordor trata sobre Talion, capitán de los montaraces de la Puerta
Negra que, desde hace generaciones, vigila por el regreso del señor oscuro a
Mordor. La misma noche en que Sauron vuelve a su reino, su guardia compuesta
por la Mano Negra de Sauron, La Torre y el Martillo, asaltan la puerta y matan
a la familia de Talion delante de sus propios ojos, solo para ser maldecido y
degollado después. Pero para su sorpresa, Talion no se reúne con los suyos en
el mundo de los espectros, sino que es apartado de la muerte por uno,
Celebrimbor, un señor elfo que no recuerda su pasado, pero que está ligado al
de Talion y al del señor oscuro por un único motivo: la venganza y el origen de
los anillos de poder. Caminando entre la vida y la muerte sin capacidad de
detener el ciclo, y armado con los poderes del espectro, Talion recorrerá todo
Mordor para buscar a los lacayos de Sauron, detenerlos para que su amo jamás
recupere su poder y así cobrar su venganza.
De este modo, encarnaremos al
inmortal montaraz a través de todo Mordor, por un mapa que resulta muy pequeño
si lo comparamos con otros títulos del mismo género. Dicho mapa está lleno de
orcos a los que matar, así como caragogs (los huargos de Mordor) y graugs (los
trolls de este territorio), y aunque la mayoría de Mordor está vacía y sin vida
(salvo por los contados enemigos), siempre nos encontramos alguna que otra
fortaleza en ruinas que podemos explorar.
Cuando controlamos a Talion,
disponemos de diferentes técnicas y armas a nuestra disposición que podemos
utilizar a placer: por una parte, tenemos como armas una espada que usamos en
los combates cuerpo a cuerpo al más puro estilo de los Batman Arkham,
golpeando, agarrando, lanzando enemigos y devolviendo golpes. Además de ello
contamos con un arco que podemos usar tanto como a corta o larga distancia. Y
por último, tenemos nuestra daga que nos es útil cuando queremos ir de forma
sigilosa para acabar con nuestros enemigos cual asesino entre templarios. Pero
las habilidades de Talion no son lo más importante ni mucho menos.
Al poseerle el espíritu de
Celembrimbor, Talion tiene habilidades únicas a su disposición, tales como al
usar sus poderes, ver los enemigos u objetos a distancia o a través de los
escenarios (similar a la vista de águila), poder sustraerle a un orco
información de sus jefes y sus debilidades, amenazarlos para asustar a nuestro
objetivo, o incluso poder controlarlos para que obedezcan ciegamente nuestras
órdenes y que éste acabe con él por nosotros. Y éstas son solo una de las
muchas habilidades que posee.
Al ir matando enemigos,
conseguimos puntos de experiencia que nos sirven para conseguir puntos de
habilidad que canjeamos por comprar nuevas habilidades o mejorar a nuestro
personaje. Al matar jefes y/o caudillos, a éstos se les caen runas de poder que
podemos equipar en las ranuras de nuestras armas para potenciarlas.
Y es aquí donde tenemos que
hablar del factor más innovador e importante del videojuego: el sistema
némesis. Nosotros podemos hacer brechas en el ejército de Sauron matando a sus
capitanes y a sus caudillos. La inteligencia artificial que poseen las máquinas
de nueva generación, permiten que los enemigos se acuerden de nosotros, que nos
reconozcan y que esto provoque diferentes reacciones y situaciones. Si por ejemplo
matamos a una oleada de orcos, pero uno de ellos escapa, éste nos recordará y
querrá vengarse o darnos caza. O por ejemplo, si nos mata, y volvemos a la
vida, éste ganará más poder por habernos abatido, y nos reconocerá cuando
vayamos a por él.
Dentro del videojuego, podemos
elegir a los jefes o caudillos con los que queremos acabar, descubrir sus
debilidades y sus fortalezas mediante la información que sacamos de los
enemigos a los que abducimos o de los pergaminos que robamos y, o bien usar dichas
debilidades en su contra (como ser vulnerable a las criaturas montadas o tener
pánico de éstas y huír, volviéndole débil), utilizar a nuestro ejército de
orcos controlados para que le maten a traición, o aprovechándonos de algunos
eventos aleatorios como las luchas de poder. En dichas misiones, los uruks
realizan celebraciones, combates, cazas o emboscadas para aumentar su poder y
su rango, y nosotros podemos asistir para usar dichas situaciones a nuestro
favor, ya sea para acabar con varios jefes fácilmente utilizando sus
debilidades o usando dichas luchas de poder para subir de rango a nuestros propios
jefes orcos.
Como podemos ver, este sistema
ofrece una amplia libertad y variedad de situaciones que enganchan, aunque
éstas desgraciadamente se acaban volviendo más frecuentes y repetitivas de lo
que nos gustaría. Además los poderes más divertidos y que ofrecen más
posibilidades y variedad se consiguen casi al final de la historia, lo que te
deja con la miel en los labios.
Lógicamente, además de poder matar
a orcos y demás criaturas a diestro y siniestro, tendremos unas 20 misiones
principales que nos contarán la aventura de Talion y donde conoceremos su
vínculo con Celebrimbor, así como su lucha contra la Mano Negra de Sauron y
donde además veremos a viejos conocidos como Gollum. Son divertidas y variadas,
pero la mayoría sirve más como introducción para el resto de las misiones
secundarias y no duran demasiado, unas 10 horas o menos. Además aunque la
narrativa arranca de una forma excelente, poco a poco se va desinflando, solo
Celebrimbor consigue salvar la historia del anillo en este título. Si Tolkien
levantara cabeza…
Además de la historia principal y
de las batallas de poder, también tenemos diversas misiones secundarias para
completar nuestro entrenamiento en la tierra donde se extienden las sombras:
Por una parte tenemos las
misiones de leyenda de espada, arco y daga que consisten en matar una serie de
enemigos con diferentes requisitos y técnicas que nos sirven para mejorar
nuestras armas, conseguir puntos de experiencia y casillas para nuestras
habilidades, siendo 10 por cada arma. Son con diferencia las misiones cortas
más divertidas y variadas del juego.
Lástima que las otras 24 misiones
de liberación de esclavos resulten exageradamente repetitivas, pues se limitan
a ser exactamente la misma misión pero repartidas en diferentes puntos donde
tenemos que matar con sigilo a los orcos para liberar a sus prisioneros de
dichos postes.
También tenemos los diferentes
desafíos de caza y supervivencia que nos proponen matar a pequeñas y diferentes
criaturas que aparecen en el escenario (murciélagos, ratas, arañas, etc) o
recoger diferentes hierbas como el Mithril.
Y finalmente tenemos el apartado
de los coleccionables desperdigados por todo Mordor, por una parte reliquias
que, al igual que en El Abismo de Oro de PS Vita y en el reboot de Tomb Raider,
al observarlos descubrimos su historia y el pasado de la tierra de las sombras
(sucesos relacionados con El Hobbit como la Batalla de los Cinco Ejércitos o
los dos magos perdidos) y los ithildin, símbolos y letras élficas escritas en
la pared que solo podemos ver mediante la visión espectral, como los glifos de
Assassin’s Creed II.
Puede parecer que la aventura es
adictiva, y no es para menos, no podrás soltar el mando hasta haberlo
conseguido todo, pero desgraciadamente dicha hazaña no llevará mucho tiempo ni
esfuerzo, puesto que completar el videojuego al 100% no llega a las 24 horas,
con trofeos incluídos. En el mejor de los casos si se trata de la edición juego
del año, podrás aumentar hasta 7 horas dicha aventura mediante las expansiones
de El Señor de la Caza o El Señor de la Luz que, aunque siguen la estructura y
desarrollo de la aventura principal, aportan suficiente variedad y nuevas
habilidades y situaciones como para que quieras seguir visitando Mordor, en
especial la última expansión en la que jugamos con Celebrimbor e incluso
utilizamos el anillo único. Lástima que completar del todo cada expansión no
lleve más de tres horas y media.
Puede que a mucha gente le
parezca severo tratar a un juego de 22-24 horas (30 horas si se trata de la
edición completa) de corto, pero si lo comparamos con el resto de títulos del
género, resulta muy escaso y repetitivo.
A nivel gráfico y técnico el
título aprovecha la potencia de las consolas de nueva generación para mejorar y
utilizar provechosamente la IA que en los últimos años no había conseguido
resultados certeros salvo en casos concretos. A nivel gráfico, nos encontramos
con un título impecable, que aunque se nota que estamos en un juego diseñado
para todas las consolas, consigue sorprender para bien con sus efectos de luz,
el modelado y las expresiones faciales de los orcos, los efectos de lluvia y el
movimiento de la hierba, y las animaciones de la ropa de Talion. La banda
sonora consigue cumplir su función de ambientación sin destacar demasiado (una
pena no poder utilizar la preciosa banda sonora de la trilogía), y el doblaje a
nuestro idioma es excelente, con la famosa voz del príncipe de Persia como
Talion. Una pena que el doblador original de Gollum no hubiese podido recuperar
su tesoro en este relato.
A nivel jugable como ya hemos
comentado, es divertido y el sistema némesis se hace muy adictivo, pero
desgraciadamente llega a resultar repetitivo y escaso de contenido, sobre todo
cuando tenemos decenas de títulos excelentes del mismo género con mejor
historia, mayor variedad y cantidad de horas de diversión, y sobre todo,
originalidad.
Si bien el gameplay de Sombras de
Mordor resulta gratificante, uno de sus mayores problemas resulta en que cuando
lo juegas, notarás que todo lo que estás haciendo ya lo has vivido y hecho
antes, creando una falta de innovación y de singularidad alarmante, y este
problema tiene un nombre: Assassin’s Creed. Desde los movimientos del protagonista,
el modo sigilo de éste, las habilidades de matanza sigilosa, la vista espectral
o de águila, el sistema de detección de enemigos, el sistema de parkour para
escalar cualquier superficie, la sincronización de atalayas, los glifos
(perdón, ithildin)…. Parece que estuviésemos jugando con Ezio Auditore mientras
pasa unas vacaciones en la tierra de Sauron. No es de extrañar que se le
acusara de plagio tantas veces.
En resumen, La Tierra Media:
Sombras de Mordor, es un título que sorprende no por la oferta que propone,
sino por las pocas expectativas que había puestas en él. No es un mal título ni
de lejos, pues su ambientación respira la obra de Tolkien por los cuatro
costados, el sistema némesis proporcionará horas de enganche y que a sus fans y
a los de Peter Jackson poseerá y volverá locos cual Gollum, pero que su escasez
de contenido en comparación con otros títulos, una historia que no está a la
altura de dicho universo mágico, y sobre todo su falta de originalidad a la
hora de jugar, le impide alcanzar la cima de El Monte del Destino.
“Vamos a cazar orcos” – Aragorn
Nota: 80. Un título
imprescindible para los fans de Tolkien: divertido y adictivo de principio a
fin, pero que su falta de originalidad y escaso contenido respecto a los demás
títulos del género hace que pase más desapercibido.
+ Brillante ambientación de la
Tierra Media
+ Los poderes de Talion
+ El sistema de combate
+ El sistema némesis
+ La historia de Celembrimbor
-
Escenario más pequeño y sin vida que se haya
visto en el género
-
Escasa variedad de enemigos
- Originalidad inexistente. Calco de Assassin’s Creed
-
Corto para ser un sandbox
- Se hace muy repetitivo
Aquí un trailer del título:
Aquí un trailer del título:
El videojuego se encuentra en edición juego del año por 40-50 €, pero si se compra importado en inglés a través de Amazon, solamente cuesta 30 €, y al ser la consola region free, el videojuego viene en perfecto castellano, solo viene en inglés la carátula.
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-> Xtralife.es: http://www.xtralife.es/playstation-4/la-tierra-media-sombras-de-mordor-game-of-the-year/18387
-> Fnac.es: http://www.fnac.es/Tierra-Media-Sombras-de-Mordor-Game-Of-The-Year-PS4-Juego-PS4/a1120568
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