Seguramente todos los que somos
fanáticos del género de acción y aventuras en los videojuegos habremos jugado,
o en el peor de los casos, oído hablar de Prince of Persia, ese videojuego
legendario creado hace casi 20 años por Jordan Mechner en 1989 y que desde
entonces nos lleva encandilando con sus acrobacias y sus movimientos de
combate. Y no fue hace mucho que lo disfrutamos, pues en la época de PS2
Ubisoft reinició la franquicia con Prince of Persia Las Arenas del Tiempo, una
trilogía que enamoró a los jugadores y a la crítica por igual, convirtiéndose
en una de las mejores sagas de todos los tiempos, y nunca mejor dicho.
Con una trilogía atemporal
acabada de forma excelente con la última entrega, Las Dos Coronas, Ubisoft
decidió realizar un nuevo reboot de la franquicia en el que partíamos de 0 con
nuevos protagonistas, nuevos poderes y ambientación pero manteniendo las bases
que convertían a nuestro héroe en príncipe de Persia por derecho, en una
aventura mágica que nos llevaba por el reino de los Ahura para luchar contra el
dios de la oscuridad y restaurar la luz. Y si bien fue aclamado por la prensa y
los usuarios, hasta tal punto de ser considerado hoy en día como un juego de
culto con toques de obras tan brillantes como Ico o Shadow of the Colossus, hubo
muchos jugadores que lo criticaron por sus excesivos puntos de control y por su
nostalgia del príncipe de las arenas.
Fue por esta razón por la que se
decidió realizar, en lugar de una secuela del reboot y aprovechando el estreno
de la adaptación cinematográfica en la gran pantalla, una nueva entrega
ambientada en la trilogía de las arenas del tiempo que recuperara la esencia de
las obras de Ubisoft. Pero, ¿estará el príncipe a la altura de la leyenda que
fue su saga original? Pues aprovechemos para descubrirlo ahora que está
disponible de forma gratuíta en Playstation Plus o por 2,5 € en Uplay.
Como dice Rafiki, el rey ha
regresado… ¿o era príncipe? Uy, película incorrecta, mea culpa.
Prince of Persia Las Arenas
Olvidadas se trata de un juego de plataformas, acción y aventura a la que la
franquicia nos tiene acostumbrados, pero que a diferencia del reboot anterior,
ésta se trata de una intercuela, un spin off situado dentro de la trilogía de
Las Arenas del Tiempo que tan gratos recuerdos nos dejó en la PS2, situándose
concretamente entre la primera entrega (Las Arenas del Tiempo) y su secuela (El
Alma del Guerrero), jugando con esos 7 años que separan ambas obras para poder
contar un nuevo relato de nuestro querido hijo de Sharaman.
Para ser exactos, nos encontramos
justo tras acabar nuestra primera aventura en el reino de Azad, justo antes de
que el príncipe fuese atormentado por el Dahaka, y cuando el joven todavía era
un guerrero inexperto. Es por ello que nuestro padre decide enviarnos al reino
de nuestro hermano mayor, Malik, para poder aprender a ser un gran dirigente
como él. Sin embargo, nuestra sorpresa
es mayúscula cuando nos encontramos con el reino siendo atacado por los vecinos
invasores que intentan adueñarse de uno de los secretos que oculta entre sus
cámaras, y Malik, desesperado por salvar a su pueblo, decide utilizarlo en
contra de sus enemigos y así salvar el palacio. El problema viene cuando
descubrimos que dicha arma no es sino un ejército mítico del rey Salomón, encerrado
en una de las cámaras del tesoro del reino, y como el príncipe aprendió en su
última aventura, las armas mágicas nunca son lo que parecen, y usarlas conlleva
un alto precio. A pesar de sus advertencias, Malik libera al ejército de las
arenas que, si bien consiguen espantar al enemigo, atacan y destruyen todo lo
que encuentran a su paso. Por si fuera poco, junto a ellos se libera un
poderoso enemigo ancestral llamado Ratash quien nos intentará dar caza a
cualquier precio. Con el reino en ruinas, sus habitantes convertidos en arena,
y nuestro hermano perdido mientras una bestia busca matarnos, pero con la ayuda
de la líder de los Jinn, Razia, deberemos recorrer el palacio de Malik en su
búsqueda para encontrar la forma de derrotar al ejército y restaurar la paz.
¿Me lo parece a mí o he vivido
esto antes?
Como podemos apreciar en la
sinopsis, Las Arenas Olvidadas parten de un retorno por completo al
planteamiento de la trilogía de PS2, en el que recorreremos exuberantes y
detallados escenarios en los que usaremos nuestros reflejos e inteligencia para
sortear las trampas y complejos puzles con el que el palacio del sultán nos
rete por el camino hacia nuestro destino, armados solamente con nuestra fiel
espada y los poderes místicos que los relatos de Persia consigue otorgarnos. De
hecho, Las Arenas Olvidadas podría considerarse no solo como un homenaje de la
cabeza a los pies, sino hasta una especie de remake o reboot de la primera
entrega, puesto que el videojuego está plagado de referencias y guiños a Las
Arenas del Tiempo, desde la trama en sí hasta la jugabilidad: los fanáticos que
hayan disfrutado de la obra maestra de 2003 reconocerán escenas icónicas de
dicha aventura como el asalto del palacio, la cámara del tesoro o la liberación
de las arenas, y cómo no, los movimientos clásicos del príncipe de correr por
la pared o retroceder en el tiempo, así como trajes y diseños de personaje que
nos embriagan de nostalgia y que nos da un caluroso abrazo de bienvenida a los
niños que crecimos con los cuentos del héroe sin nombre.
El príncipe que nos encontramos
esta vez es el mismo viejo amigo que conocimos en nuestras aventuras del
palacio del Sultán, Babilonia y la Isla del Tiempo, reconociendo su picardía en
sus hilarantes comentarios mientras habla para sí mismo a medida que recorre
las estancias o cuando discute con su compañera, y si bien demuestra haber
aprendido sus lecciones de aventuras pasadas, sigue siendo un guerrero al que
le falta mucho por recorrer mientras se ve forzado a tomar decisiones difíciles
por el bien de su pueblo, de esta manera apreciando el comienzo de su evolución
que años más tarde lo convertiría en el sombrío dirigente que conocimos en El
Alma del Guerrero.
Desgraciadamente, aunque se
agradecen la infinita cantidad de guiños a ese título que nos enamoró a todos
con nuestra Play, el guión de la historia no consigue estar a la altura de sus
secuelas, ni mucho menos de su obra original: salvo el príncipe, ninguno del
resto de los personajes resulta interesante, y el desarrollo de la trama es
demasiado obvio y lleno de clitchés, que además no aporta nada en absoluto a la
saga de las arenas del tiempo, lo que es casi un pecado, pues tenían miles de
ideas con las que experimentar, incluso una adaptación de Battles of Prince of
Persia de DS al género de acción y aventura habría bastado para darle un buen
telón de fondo, donde recuperábamos acontecimientos interesantes como las
persecuciones del Dahaka y explorar cabos sueltos que quedaron sin resolver,
como la relación de nuestro héroe con su padre, el rey Sharaman. No es que la
historia sea mala, puesto que está altamente influenciada tanto por el juego
original como por el precioso reboot de 2008, sencillamente no consigue añadir
nada a un mundo tan rico como el de las hazañas del guerrero Persa, podríamos
perfectamente disfrutar de la trilogía sin jugar a esta entrega y no nos
perderíamos nada. A nivel argumental, una oportunidad totalmente desperdiciada.
El desarrollo del juego sigue un
planteamiento muy similar al que siempre hemos estado acostumbrados,
consiguiendo un equilibrio y ritmo perfecto mientras alternamos entre combates
cuerpo a cuerpo (esta vez con más de 50 enemigos al mismo tiempo), puzles y
rompecabezas enormes para desbloquear nuestro camino, y cómo no, zonas de
plataformas excelentes en las que nuestros reflejos y habilidades serán clave
para llegar a nuestro destino, siendo esta última la más destacable del título.
Las habilidades de las que
disponemos mientras recorremos las enormes y detalladas estancias y exóticos
paisajes nos resultarán muy familiares tanto si nuestra última experiencia ha
sido en la generación anterior o en la actual, puesto que Las Arenas Olvidadas
bebe tanto de la trilogía original como del reinicio de la franquicia: por una
parte contamos con todas las técnicas acrobáticas y poderes de toda la vida,
como correr por las paredes, saltar, balancearse en las vigas y deslizarse en
las cortinas, por no hablar del clásico retroceso en el tiempo, pero por otra
parte, gracias al poder de los Jinn y a medida que avancemos en la trama,
también dispondremos del control de los elementos de la naturaleza, lo que nos
permitirá manipular el agua y los escenarios a nuestro antojo: al detener el
tiempo, las cascadas y los chorros de agua se congelarán, permitiéndonos
usarlos para balancearnos y abrirnos paso, mientras que gracias a los recuerdos
ancestrales de Razia, podremos reconstruir temporalmente zonas que se
encuentran derruidas en la época actual. Son estos dos poderes principales,
junto a muchos otros como la propulsión, los que consiguen llevar los
escenarios acrobáticos y de puzles a la excelencia, puesto que la combinación
de los reflejos, los saltos y los diferentes poderes a medida que avanzamos
consiguen marcar un ritmo y una variedad magnífica que nos mantiene pegados al
mando durante toda la aventura. Realmente no hay ninguna pega que se le pueda
achacar a este apartado del juego, salvo que las trampas y las soluciones se
nos antojan bastante simples si nos ponemos a comparar estas andanzas con
nuestras hazañas pasadas en Azad.
Pero donde realmente hay que
poner el grito en el cielo es en el sistema de combate, puesto que Ubisoft, en
su intento por refrescar la fórmula inspirándose en el sistema de mejoras de la
saga de Sony Santa Mónica Studios, God of War, ha convertido unos
enfrentamientos variados y excelentes en un machaca botones sin desafío ni
mucha diversión, puesto que realmente el enfrentamiento se reduce a dar
mamporros a nuestros enemigos a diestro y siniestro con nuestra espada una y
otra vez y dar alguna patada, y de vez en cuando rodar para esquivar los
ataques y saltar sobre ellos, ya que al matarlos, dejarán caer orbes de salud,
poder y experiencia. La variedad de enemigos tampoco ayuda mucho, pues aunque
tenemos normales, fuertes, con escudo, los famosos escarabajos, los gollems que
tanto nos hicieron sufrir en situaciones pasadas (o más bien futuras, esto de
la línea del tiempo es un lío) e incluso algún jefe final, todos se vencen
fácilmente con la misma fórmula: a palos. Es cierto que intenta compensarse con
un amplio árbol de mejoras en donde podemos aumentar tanto el daño con la
espada, de nuestros poderes de fuego, tierra, hielo y aire como nuestra salud,
poderes y resistencia gracias a los puntos de experiencia que conseguimos al
matar a los diferentes enemigos que nos encontremos o al destruir los
sarcófagos secretos que desenterremos en las diferentes salas de tesoros, pero
su sencillez excesiva hace que todos estos avances sean en vano. Un cambio
innecesario para un apartado tan irremplazable como los ataques básicos y la
defensa del hijo de Sharaman en el palacio del Maharajá, y ya ni comparemos con
el Free Form Fighting System que tanto nos hizo disfrutar en la Isla del Tiempo
o en las calles de Babilonia. A nivel argumental es comprensible que hayan
decidido simplificarlo, puesto que nuestro héroe no posee la experiencia que sí
adquirirá con el paso de los años, pero resulta demasiado insatisfactorio y le
resta mucho desafío al videojuego, bajando considerablemente la dificultad en
la mayoría de la aventura.
Con todo, sería injusto decir que
dichos fallos tapan sus virtudes, que son muchas: el ritmo de la aventura
empieza fuerte y consigue mantenerse alto mientras avanzamos por unos geniales
diseños de niveles que nos divierten sin parar durante las 8 horas que dura la
historia (aunque se desinfla un poco en el trayecto final), que además adquiere
un gran extra rejugable gracias a la partida plus para completar nuestro
arsenal de poderes mágicos. Por no hablar de su excelente apartado artístico y
gráfico que mantiene el equilibrio perfecto entre realismo de las texturas del
escenario y los personajes, así como de las físicas del agua, pero con una
animación, efectos de luz y colores que te hacen pensar que estás sumergido en
un cuento de las mil y una noches y que sinceramente, se mantiene precioso e
intacto teniendo el título más de 6 años en el mercado. Las únicas cosas que si
se le pueden achacar a nivel visual y sonoro son algunos de los movimientos del
príncipe que resultan robóticos, sin la fluidez y elasticidad de la que gozaba
en su primera batalla, y que el doblaje y la banda sonora, aun siendo
sobresalientes, no hayan tenido el detalle de tener al doblador original del
protagonista, en su lugar poniéndonos la voz de Sheldon Cooper que no pega ni
con cola.
En definitiva, Prince of Persia
Las Arenas Olvidadas es un buen título de la franquicia que, si bien cumple de
forma excelente en su desarrollo, no consigue estar a la altura de su trilogía
original debido a su extrema falta de dificultad y a su falta de profundidad de
guión, pero que con todo, su excelente fórmula y variedad de habilidades y
poderes consiguen crear una experiencia muy satisfactoria que harán las
delicias tanto de los fans del remake de 2008 como todos los que jugamos hace
casi 15 años en aquel océano en la tormenta.
El reino de Persia nos necesita,
las arenas han vuelto.
80. Un buen homenaje y un gran
título de la franquicia que encantará a los fans de Las Arenas del Tiempo, pero
que su falta de profundidad en el guión y su escasa dificultad le pasa factura.
+ Gráficamente precioso, se
conserva bien para tener ya 6 años desde que salió
+ La personalidad del príncipe
sigue intacta
+ A nivel artístico es impecable,
una mezcla perfecta entre realismo y animación que consigue hacerte creer que
formas parte de una leyenda de las mil y una noches
+ El genial equilibrio y mezcla
de géneros de plataformas, puzles y combates
+ Los excelentes niveles de plataformas
+ Los nuevos poderes y el árbol
de habilidades añaden variedad y rejugabilidad al título
+ Los constantes guiños y
homenajes a Las Arenas del Tiempo
-
La historia no está a la altura, totalmente
desaprovechada: poco o nada tiene que ver con la trilogía
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El sistema de combate: demasiado sencillo,
aburrido y simple, el peor de la saga
-
La dificultad ha bajado notablemente: es un
paseo comparado con cualquiera de la trilogía original
-
Los movimientos del príncipe han perdido la
fluidez, elasticidad y naturalidad que tenía en los juegos originales
-
Que le hayan cambiado la voz al Príncipe de
Persia: nos choca oír a Sheldon Cooper.
Aquí un tráiler de lanzamiento:
Recordad que Prince of Persia Las
Arenas Olvidadas para PS3 está como descarga gratuíta para todos aquellos que
poseais Playstation Plus, y por 2,5 € en Uplay.
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